Cuando eres madre de cuatro hijos, con cargas familiares, con trabajo también fuera de casa y no ostentas un título nobiliario, la vida puede ser muy difícil en según qué momentos. Dí con De Lizaur Cuesta cuando buscaba una segunda opinión para contrastar el primer diagnóstico que mi anterior ginecólogo me había hecho. Consideró que tenía que vaciarme el útero y esto me produjo una sensación de pánico tan grande que sin mencionar información al respecto a mi marido, busqué dónde o con quién contrastar. Desde la primera visita me sentí en paz y tranquila. Resumiendo mucho, decir que el otro gine no había desacertado del todo si bien no me propuso alternativa alguna y desde luego en ningún momento me aplicó el trato que cualquier persona ante semejante noticia requiere. Estoy bien, no he vuelto a tener tumores y finalmente y arriesgando mucho, es cierto, me he estado sometiendo a tratamientos difíciles… ¿ qué me lo facilitaba? El excelente hacer de esta doctora a la que por cierto recomiendo muy profundamente.